LA HISTORÍA DEL OLIVO

 

Parece ser que el origen tanto del olivo como del aceite se encuentra en Asia Menor, en la zona de Mesopotamia, hoy Irak e Irán. Tenemos constancia de que estamos hablando de los años 6000 antes de Cristo. En la Biblia ya se habla con los tiempos de Noé cuando éste envió una paloma buscando tierras secas después del Diluvio y dice que esta paloma regresó con una rama de olivo en el pico. (Esta paloma y el olivo se convertirán con el tiempo en el símbolo de la paz).

 

Pasando por el Mediterráneo Oriental, llegó a Chipre y Creta, introducido por comerciantes y navegantes fenicios, que serían los mismos que lo llevarían a Grecia, Cartago (norte de África) Italia (sobre todo las islas como Sicilia, Córcega y Cerdeña) y después a la Península Ibérica.

 

En el Palacio de Cnosos en Creta famoso por la leyenda del Minotauro ya encontramos relieves que escenifican el cultivo del olivo alrededor del 2.500 antes de Cristo.

 

Serán, sin embargo, los romanos, grandes amantes del aceite de oliva, los que implantarian el cultivo por todo su imperio que venía a coincidir con el mundo conocido en Occidente.

 

Lo harián con intenciones de conquista pacífica ya que teniendo en cuenta que de la plantación a la primera cosecha transcurren unos 10 años, esto influye en la sedentarización de la población y de esta manera se facilita el control por la metrópolis.

 

En la Península Ibérica, a pesar de ser conocido gracias a los fenicios en el año 1050 antes de Cristo, fue con el General  Escipión, el vencedor de Anibal en el 212 antes de Cristo cuando alcanzó la época de máximo apogeo.

 

La Península Ibérica pasaría a ser la gran proveedora de aceite del Imperio Romano, una prueba la tenemos en  el monte Testaccio que a pesar de parecer un monte natural, hoy sabemos que está formado por más de 25 millones de ánforas procedentes de la Bética hasta el año 232 después de Cristo.

 

El olivo ha sido siempre un símbolo de todo tipo, de paz, como hemos dicho, gracias a la ramita de Noé, los deportes y la política cuando servía para colocar coronas de olivo para los ganadores, Los egipcios usaban los aceites para alumbrar los lugares sagrados como sus templos, los israelitas para bendecir a sus reyes y como hemos dicho, los griegos para premiar a los atletas. Y también tenían en su Mitología el hecho de que fuera la Diosa Atenea la protectora de este árbol.

 

En el libro del Éxodo vemos que el mítico candelabro  de siete brazos sólo podía estar encendido con aceite de oliva de la máxima calidad.

 

En las leyendas del cristianismo se dice que la cruz de Jesús procedía de un olivo y que esta fue construida por los romanos en el Huerto de los Olivos de Jerusalén.

El catolicismo, en la actualidad todavía usa el aceite como unción en la administración de varios Sacramentos.

 

Interesante saber que las Tres Culturas (musulmana, judía y católica) coincidían en el uso del aceite como elemento sagrado, Ya que la Mezquita de Córdoba tenía que estar iluminada con lámparas alimentadas con aceite de oliva.

 

En los países del Norte de Europa, el aceite de oliva pierde influencia en favor de la mantequilla. La razón es el bloqueo ancestral y larguísimo de las rutas comerciales procedentes del sur por culpa de los Otomanos que aplicaron en toda Europa Central durante muchos siglos.

 

No todos los aceites de oliva son iguales. Aparte de las diferentes tierras, climas, altitudes, cultivos, cosechas, selección, manipulación, extracción ... afecta mucho la variedad de la aceituna originaria. En estos momentos podemos citar unas 250 variedades como aceitunas "comerciales" o sea rentables para extraer el aceite. Evidentemente cada oliva tiene sus características propias.

 

Actualmente el aceite alcanza la máxima utilización y prestigio gracias a una serie de científicos estadounidenses que en los años 70 corroboraron todas las creencias anteriores populares alrededor de la bondad salutífera del aceite de oliva y el tipo de alimentación conocido como Dieta Mediterránea.

 

En el mundo tenemos más de 800 millones de olivos en cultivo.

 

En la Península tenemos un promedio de consumo de aceite de oliva de 13,3 litros por habitante / año.

 

La Península Ibérica es la mayor productora de aceite de oliva del mundo, como hemos dicho. En España hay 300 millones de olivos, con 2,2 millones de hectáreas plantadas y ocupa un 25% de toda la superficie mundial de olivos. La producción de aceitunas es de 2,8 millones de toneladas.

 

 

Dentro de España es Andalucía la que produce más con un 80% de la superficie arbolada, un 7% Castilla-La Mancha, un 5% Extremadura, Cataluña un 3,5% y el resto de Comunidades Autónomas un 4,5% . Tenemos en España  alrededor de 50 Denominaciones de Origen Protegidas.