LOS CULTIVOS DE OLIVO ECOLÓGICOS

 

La preocupación por la salud y la buena alimentación han hecho nacer un nuevo tipo de cultivo basado en el respeto a la naturaleza y la personalización del producto así como el miedo a la alimentación intensiva y globalizada.

 

Teniendo en cuenta que el olivo es un árbol casi totalmente de secano y este hecho conlleva que no se hayan utilizado tantos elementos químicos como en otros cultivos, la reconversión de tradicional en ecológico no sea un cambio desproporcionado.

Se trata de un cultivo que prescinde de los productos químicos de síntesis como fertilizantes y pesticidas sintéticos y recurren a medios mecánicos como desbrozadoras y métodos biológicos como pueden ser las trampas que controlan la población de las plagas, otros animales depredadores de las plagas y soluciones hormonales que impiden nuevos nacimientos de insectos perjudiciales. También recurrir a métodos tradicionales haciéndose un mismo estiércol, utilizando productos que ya no sirven como los orujos y otros restos vegetales.

 

En cada Comunidad Autónoma existe una Institución de Control conocida como la CCPAE que se ocupa de la estricta vigilancia del cumplimiento de la normativa europea referida al cultivo ecológico. Esta entidad vela sobre todo por las siguientes normas.

Los productos ecológicos no pueden seguir en ningún caso la misma cadena que los convencionales. Tienen canales absolutamente diferenciados en todo el proceso productivo.

No pueden ser ecológicos hasta pasado un periodo de adaptación mínimo de tres años en los campos ecológicos.

 

 

Esto también conlleva una mejor gestión de los residuos, un trabajo más especializado y al ser más caro de venta (30%) un incremento en la renta del agricultor.