Maqueta de una vieja almazara con un esquema de todos los trabajos y maquinarias.

Piedras de molino cónicas que molturaban las aceitunas. Su destino ha sido colocarse en museos o como esculturas públicas.

Las antiguas prensa de madera con travesaños de medidas excepcionales podían ser movidas mediante tracción animal o humana.

Mas adelante surgieron las prensas hidraúlicas que funcionaban de forma industrial sin la presencia de la fuerza física. Estas presionaban los capachos y por ende fluía un líquido dorado, el aceite. Todo era de forma mecánica. Simplemente zumo de aceituna.

El aceite, al pesar menos que su componente acuífero, flotaba. Esto le permitía pasar de un depósito a otro e ir purificandose cada vez mas. Del último decantador ya salía el aceite completamente libre de agua y otros materiales.

Antes, durante siglos, el aceite se guardaba en grandes depósitos, la mayor de las veces subterráneos recubiertos de cerámica aislante. Hoy han pasado a la historia y en su lugar modernos recipientes de acero inoxidable conservan el preciado líquido.

CÓMO ERAN Y SON LOS MOLINOS DE ACEITE

 

La modernidad también ha llegado a los molinos de aceite. Estos han sido muchos años de diferentes formas y su evolución a lo largo de los tiempos ha sido muy escasa.

 

Tenemos diferentes formas de extraer el aceite, las primeras eran con molinillos de piedra individuales donde las personas estrujaban las aceitunas manualmente, de allí se pasó a enormes piedras que daban vueltas y más vueltas, bién mediante tracción humana o bien con animales de tiro que era la más corriente. Una vez aplastadas las aceitunas se mezclaban y la pasta resultante se ponía bien extendida en capachos. Estos hechos de esparto (de ahí su nombre) (capachos en castellano) con la pasta correspondiente se apilaban en altas columnas y entonces se prensaban. Bien con gigantescas prensas llamadas de barra o ya más modernamente con prensas hidráulicas.

De allí iba chorreando el aceite y mediante depósitos de decantación (el aceite salía mezclado con agua y como pesa menos que esta, flotaba, entonces saltaba a otro depósito más bajo y se iba purificando tras pasar por varios depósitos y de allí ya salía el aceite puro, el agua resultante con otros productos sólidos forma la alpechín que sirve para producir aceites de inferior calidad, puede servir como combustible (la parte más sólida que se llama orujo) y la más líquida simplemente se tira en una gran balsa alrededor del molino. Entonces, el aceite de mayor calidad, se guardaba en inmensos cubos forrados de cerámica para evitar cualquier contaminación.

 

En estos tiempos la gente la iba a buscar al molino y lo consumía en sus casas, normalmente en cantidades que le permitieran pasar todo el año y por eso lo guardaba en tinajas grandiosas situadas en el lugar más seco y oscuro de la casa . Y hasta el año que viene.

 

Resumiendo. El proceso incluye las siguientes fases.

Eliminación de impurezas, como hojas, ramas, tierras, etc

 

Limpieza de las aceitunas.

 

Aplastamiento de las aceitunas en piedras cónicas o redondas

Batido y mezcla a 25-30º de la pasta resultante

 

Prensado de la pasta

 

Decantación para separar el aceite del alpechín

 

Guardado en depósitos

 

Embotellado

 

Los molinos o almazaras, a diferencia de la actualidad, eran un lugar con una gran vida laboral y social. Los trabajadores eran cantidad, lo que la llenaba de vida. Los que llevaban las aceitunas se quedaban muchas veces a charlar y como hacía mucho frío y de noche era en muchos lugares de reunión. El molino era un lugar caliente (por necesidades técnicas, ya que la pasta de aceituna se debe manipular por cuestiones moleculares a unos 25º de temperatura y además el molino estaba impregnado de un olor a aceite acabado de extraer que lo convertía en un lugar impresionante.

 

Esto se ha acabado. Hoy el molino es un lugar aséptico, limpio y con muy poco personal (pocas personas manejan el molino).

Los nuevos molinos tienen la misma función pero todo de forma mecánica y alimentados por electricidad.

 

Se aplastan las aceitunas para romper las membranas celulares mediante molinos metálicos que pueden ser de martillos, de discos dentados y de cilindros estriados.

 

 

La pasta se hace en termobatidoras de eje horizontal o vertical, luego intervienen las centrifugadoras y filtradoras. La centrifugación se hace en una centrifuga horizontal o decantado y el aceite, con una densidad diferente del alpechín y del agua, sale directamente hacia el lagar o como en muchos lugares, en grandes depósitos de acero inoxidable o aluminio donde muchas veces, se acaba de llenar con nitrógeno líquido para evitar la aparición de bacterias.

 

Los actuales molinos para la obtención del aceite son totalmente asépticos. Todo es mecánico y limpio. Pero se ha perdido el encanto y los olores de antes, cuando muchos trabajadores llenaban capachos y el olor y el aceite lo impregnaban todo.

Los molinos antiguos (basicamente por el calor reinante en el recinto) también eran un lugar de socialización, ya que los agricultores aprovechaban su visita para sus comentarios.